LA IDEA DE CONSTRUIR UN PUENTE QUE ATRAVESARA LA BAHÍA DE SAN FRANCISCO SE REMONTA A 1872. EL 5 DE ENERO DE 1933 EMPEZARON LAS OBRAS DEL QUE IBA A CONVERTIRSE EN EL PUENTE COLGANTE MÁS GRANDE DEL MOMENTO: EL GOLDEN GATE
La primera vez que se pensó en construir esta obra se desechó la idea por razones técnicas, ya que los arquitectos consideraron infranqueable la distancia entre las dos orillas. Pero a principios del siglo XX, el ingeniero Joseph B. Strauss recuperó aquella osada intención. Con gran empeño y desoyendo la opinión general, Strauss prosiguió con su idea, un proyecto descomunal. Hasta entonces, nadie había creído posible unir las orillas norte y sur de la bahía de San Francisco mediante un puente colgante.
Las condiciones para la construcción de un puente de semejantes dimensiones parecían extremamente desfavorables. La corriente en la entrada a la bahía era muy fuerte, el subsuelo capaz de soportar los pilones del puente se hallaba en el agua a una gran profundidad, al tiempo que no podían menospreciarse los riesgos que conllevaba un posible terremoto. Por añadidura, no se podía interrumpir el tráfico en la bahía.
En resumen, las perspectivas no eran buenas, incluso para un ingeniero de la experiencia de Joseph B. Strauss(imagen) . Con todo, el 5 de enero de 1933 se dio el pistoletazo de salida para la construcción del Golden Gate.
Las obras se revelaron complicadas desde el principio, sobre todo en los cimientos del pilón meridional, que debía erigirse a 335 m. de la costa y a una profundidad de 30 m. En ese punto, la corriente era tan fuerte que los trabajos bajo el agua sólo eran posibles durante el cambio de marea, es decir, durante un máximo de 20 minutos al día.
Los dos pilones del puente tienen una altura de 227 m cada uno y se fabricaron con bloques de acero vacíos, apilados unos sobre otros y unidos entre sí con 1,2 millones de remaches también de acero.
El puente se halla suspendido de dos cables de acero —que van de orilla a orilla— soportados por los pilones de la estructura. Para formar cada uno de estos cables, cuyo diámetro es de 92,4 cm., se entrelazaron más de 27.000 alambres de 5 mm. de grosor. Estos «cordones gigantes» se fijaron a potentes anclajes de hormigón dispuestos en las dos orillas.
luego en 1989 tras un terremoto que sacudio a toda la cuidad, a mediados de la decada del 90 se tuvo que empezar su relativa recontroccion, con el trabajo de ingenieros de todo el mundo, que capto la atencion de todos por la importancia de la estructura y por las tecnologias utilizadas....
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